Hoy voy a compartir con vosotros la receta de El Bizcocho, con mayúsculas.
Supongo que todos teneis un par de recetas de esas que 'nunca-fallan' sencillas y resultonas por las que apostais cuando quereis algo que salga bien, rico y rápido.
Yo tengo un par de ellas: los cupcakes de vainilla, receta de
Sugar Mur, y El Bizcocho.
Cuando empecé a hacer tartas de fondant, como todos, me leí aproximadamente 3.000 blogs y tutoriales sobre los pasos a realizar. Todos los que leí en ese momento (desconozco si ahora también) tenían un mandamiento sacro: el bizcocho MSC.
El bizcocho MSC es un bizcocho recio, que sube bien, resiste, se conserva y aguanta cortes, recortes y pesos. Sólo tiene un problema: incluso con litros de almíbar, me resulta seco y bastante insípido. No me juzgueis mal, he intentado hacer varias recetas, pero todas están lejos de convencerme.
Sin embargo, como todos, seguí al pie de la letra las indicaciones, y empecé a hacer tartas de fondant con bizcocho MSC 'porqueeselquehayqueusar'. Las cosas empezaron a cambiar en tal época como esta, hace un año, cuando hice la tarta de cumple de mi hermano.
A mi hermano le encanta el chocolate, así que para su cumple quise hacerle una tarta 'fondacher', una Sacher por dentro cubierta de fondant para poder decorar. ¿¿Como podría hacer tal cosa?? ¿¿Sin MSC?? ¿¿Se hundirá la tarta irremediablemente bajo el peso del fondant?? La respuesta es, evidentemente, no.
Desde entonces, he cambiado el bizcocho de mis tartas. Supongo que si haces una tarta de cuatro pisos cargada de rosas es bien que utilices un MSC, sino el peso hundirá la tarta, pero para las tartas de uno o dos pisos, con decoración, un bizcocho normal y corriente, el que te guste, es más que suficiente.
Así que ahora mis tartas, el 90 por ciento, podría decir; llevan El Bizcocho. Y no es más que un bizcocho de yogurt, el que toda la vida ha hecho mi madre para mis tartas, desde que era pequeña. El más jugoso y rico, que se puede aromatizar con el propio yogurt y permanece como recién hecho durante muchos días. Supongo que muchos lo conocereis, pero para los que no, ya vereis lo fácil que es y lo rico que sale. Los agradecimientos, a mi mami.
La primera peculiaridad de este bizcocho es que no necesita pesar ningún ingrediente, lleva un yogurt (o dos, o tres, dependiendo del tamaño del molde) y, a partir de ahí, se mide todo con el propio vaso del yogurt.
Ingredientes:
- 1 yogurt (natural o de sabores)
- 1 vaso de yogurt de aceite de girasol
- 2 vasos de yogurt de azúcar
- 3 vasos de yogurt de harina
- 4 huevos
- 1 sobre de levadura química (15 gramos)
Se van mezclando los ingredientes --a mano o en batidora-- en ese orden. Cuando estén bien integrados, se incorporan a un molde previamente engrasado (para esta medida yo uso, más o menos, uno de 22 centímetros circular). Se hornea a 160-170 durante más o menos 45 minutos (hasta que el cuchillo/cake tester salga limpio).
Et voilá
La tarta que os he enseñado al principio es la otra tarta que hice para el cumple de mi costillo. Una tarta de bizcocho con cobertura de chocolate y rellena de nata. Como quería que el relleno diese bien el pego, pedí socorro a mi querida Gaby de
Bikísimas, que hizo las presentaciones con una nata vegetal maravillosa con la que el resultado fue perfecto. Así que desde aquí le doy las 'gracísimas' por su ayuda y por lo maja que es! y os recomiendo la nata y su blog! Para que veais el grosor de las capas:
ÑAM!!!
Mandadme vuestros comentarios/dudas/fotos o lo que querais si lo poneis en práctica. Me encanta leeros!
Besotes
Alicia